jueves, 21 de febrero de 2013

DEBATE DEL ESTADO DE LA NACIÓN, O EL BARRIO EN EL CONGRESO

Uno, que ha estado en asambleas populares, donde no se luce corbata ni tiene uno cuadrilla de babosas aplaudidoras con cada punto y aparte, va con cierta intención de reírse a observar el Debate del estado de la Nación. Y lo ve de esa manera, porque es el momento de lucir chaqueta, de lucir gemelos, de lucir camisa y de vomitar palabras.

Allá en lo alto, suben por turnos a hablar con un tiempo límite a echarle al Presidente del Gobierno de turno el bofe. Un bofe, que cualquiera diría que tiene contenido, pues aquí ni uno se sale del color que representa. Es tan cómico que suba Mariano Rajoy a dar replica a Alfredo Pérez Rubalcaba y se oigan de fondo espoleadores de barrio con expresiones del tipo: ¡Oooooooh!; ¡Mariaaaaaano, Mariaaaano! etcétera; porque pone arriba a la derecha de la pantalla que están en el Congreso, que si no pensaría que es una pared de un edificio derrumbado y hay unos vagabundos escuchando y haciendo mofa. Digo vagabundos, por ser generoso con los diputados, porque estoy seguro que la gente que duerme bajo cartones tiene mucha más cultura que aquel que se sienta en silla de cuero, y puesto que cada vez hay más 'homeless', con más razón aún afirmo ésto.

Quizás sería más educado, más elitista, llamarles simplemente discapacitados, por lo menos de oído. Y explicaré por qué digo esto, ya que no sigo un programa, ni soy de ningún color. Uno sube a hablar allí como el jefe del cotarro, el 'fucking master' de la sociedad, aquel que todo lo sabe, y acusando al de Moncloa de que no sabe nada. De repente, el PSOE anda por la calle preguntando a la gente: ¿llega ud. a final de mes?; ¿le afecta el copago sanitario?, y demás preguntas nocivas. Y saca a relucir a la palestra una cadena de historietas sobre gente de la calle. El otro, ese que fracasó dos veces en unas elecciones, y con más razón que nunca la tercera fue la vencida, más que vomitar, le salen cucarachas de la boca, porque no sabemos ya que personaje está hablando. Hace apenas un par de años visitaba a gente de a pie para venderse como la solución, como el portador de una llave maestra. Tenía tantos lemas izquierdosos, que me estaba pareciendo ver a un comunista de corbata. Pero no. Llegó al gobierno, masturbó a su corbata, y le ha salido esto que llamamos Marca España (una grande y libre).

Yo, en particular, al ver este tipo de personas representar al pueblo español, necio y burdo por tradición, me avergüenzo. Me avergüenzo profundamente de ser español, cada día más, tanto por lo que diga el rojo, el azul, el verde o el amarillo. Me encantaría que algún día, dejaran subir a esa burbuja que llaman Congreso, a ciudadanos normales, a personas como yo, como tú, como el que se queda sin casa. Pero de nuevo, NO. Tú, el desahuciado o yo, no somos personas, no somos ciudadanos, somos DATOS. Y no datos cualquiera, si no datos económicos. Donde tú al espejo ves un rostro, ellos en ti ven dinero, gasto, problema, sobras.

Pero no te preocupes, que te resumiré tu maravillosa vida en apenas unas líneas, lo que de cualquier dato se espera: nazca usted, crezca a ser posible entre un divorcio o algún problema que podamos indentificar como trauma, juegue usted con muñecas y balones deseando ser princesa o futbolista, deseando tener dinero, le dirán que puede conseguirlo. Crezca más, hágase adolescente, beba, fume, autodestruyase un rato mientras le convencemos de que los demás tienen la culpa o que es culpa de aquel trauma. Sea adulto, trabaje, con o sin formación como dependiente de alguna tienducha, busque el amor, cásese, tenga hijos, y entre en nuestra locomotora rutinaria hasta que tenga 65 años, que es la siguiente: Levántese, alimente a sus hijos, llévelos al colegio, márchese a trabajar, cánsese, recoja a sus hijos, aliménteles, lléveles a alguna actividad fuera del hogar, haga la compra, pague las facturas sin preguntar, limpie la casa, recoja a sus hijos, aliménteles, acuésteles, déle un beso a su mujer (si no ha entrado en divorcio para facilitar a sus hijos este proceso), duérmase, vuélvase a levantar...

Así será su vida, así nos la venden en todas partes. ¡Ah! Se me olvidaba, si tiene tiempo, quéjese.

3 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

    ResponderEliminar
  2. El debate del estado de la nación me parece mas que un debate un monologo en el que todo mundo va con sus papeles a leer lo que tienen que decir o su discursos previamente aprendido media hora antes, a decir sus sartas de mentiras y gilipolleces, a montar un numerito de echarse la culpa nos a otros mientras tu pagas todas sus deudas y te exprimen asta la ultima gota asta que no puede mas y te falta aire para respirar mientras ellos están con sus súper sueldos en casa durmiendo apaciblemente sin impórtarles una mierda lo que te pase a ti.

    ResponderEliminar
  3. Hay que tener paciencia, y sobre todo, luchar todo lo que uno pueda. Gracias por leerme y opinar ;)

    ResponderEliminar